Esta condición puede afectar al desarrollo intelectual, social y psicológico. Aunque esta afección suele comenzar en la infancia y la hiperactividad puede mejorar a medida que el niño se convierte en adolescente, los adolescentes y los adultos pueden seguir experimentando falta de atención, poca capacidad de organización y pueden tener un control deficiente de los impulsos.

 

Hay tres presentaciones reconocidas:

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- Tipo Hiperactivo-Impulsivo: El niño a menudo se inquieta, corre o se retuerce cuando se espera que se siente, habla en exceso, interrumpe a los demás, tiene problemas para esperar su turno.

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- Tipo Inatento (ADD): El niño a menudo tiene problemas de concentración, se distrae fácilmente, comete errores por descuido, tiene problemas para completar las tareas.

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- Tipo Combinado (ADHD): El niño tiene síntomas tanto del tipo Impulsivo Hiperactivo como del tipo Inatento.

 

El diagnóstico temprano es de vital importancia para lograr un nivel adecuado de posicionamiento académico en la escuela y también para asignar las estrategias adaptativas efectivas que el sistema escolar puede proporcionar. Estos arreglos tendrán un impacto positivo en el rendimiento académico. Estas intervenciones tempranas mejorarán las oportunidades sociales y laborales del paciente más adelante en la vida.

 

En el JNC nos centramos en tener un enfoque de tratamiento interdisciplinario, ya que buscamos la coordinación con los Consejeros Escolares, Maestros, Familia, Médico Primario, Psicólogo y Terapeutas. Un punto importante para destacar es la importancia que le damos a tener un diagnóstico apropiado a través de las pruebas neuropsicológicas. Este abordaje nos permite acercarnos a un major pronóstico a largo plazo